Peligro. La primavera se está adelantando para los insectos en Europa. El Cambio Climático impide que se alimenten y realicen a tiempo la polinización.
En respuesta al cambio climático los insectos han adelantado su vuelo, a un ritmo de 0,1 días por año. En total estas especies emergen 5,8 días antes de lo que lo hacían en 1968. Además, han acortado su periodo de vuelo en 1,8 días.

Cambio Climático y su impacto en los insectos
Debido a las alteraciones ambientales inducidas por el cambio climático, una variedad de especies de polinizadores se encuentra actualmente en disminución, lo cual tiene importantes implicaciones para los ecosistemas tanto naturales como agrícolas.
Es probable que la “crisis de los polinizadores” afecte a la producción y los costos de ciertos cultivos contribuyendo con desequilibrios alimentarios y problemas de salud en los países.

El ritmo de las estaciones se ha roto
La provisión sostenible de tales funciones y servicios del ecosistema requiere diversas comunidades de polinizadores a lo largo de las estaciones.
A pesar de la evidencia de que el calentamiento climático cambia la fenología de los polinizadores, todavía falta una evaluación general de estos cambios y sus consecuencias sobre los conjuntos de polinizadores.

Cambios fenológicos en los polinizadores
Al analizar los cambios fenológicos de más de 2.000 especies, mostramos que, en promedio, la fecha media de vuelo de los polinizadores europeos cambió 6 días antes en los últimos 60 años, mientras que la duración del período de vuelo disminuyó 2 días.
Nuestro análisis revela además que estos cambios probablemente han alterado la distribución estacional de la función y los servicios de polinización al disminuir la superposición entre las fenologías de los polinizadores dentro de los ensamblajes europeos, excepto en la parte más nororiental de Europa.

Se espera que tales cambios disminuyan la redundancia funcional y la complementariedad de los conjuntos de polinizadores y, por lo tanto, podrían alterar el rendimiento de la función y los servicios de polinización y su solidez a las extinciones de polinizadores en curso.
Las abejas son las más afectadas
El caso más extremo es el de las abejas. En Doñana por ejemplo estos insectos emergían el 13 de febrero. Ahora ya vuelan el 8 de enero. Estos cambios son una señal de alerta.
Los insectos se ponen en riesgo de sufrir una helada que diezme su población. Además, su metabolismo va más rápido por lo que consumen antes sus reservas de energía.
Hasta ahora las especies han sabido adaptarse, pero no sabemos hasta qué punto su mecanismo de supervivencia podrán funcionar