Gracias a su anatomía, las poderosas abejas obreras, Apis mellifera, hacen posible la vida y éxito de la colonia. Siendo multifuncionales, gestionan todo, son el motor de la colmena. Conoce a estas maravillosas trabajadoras, sus patologías y fisiología fascinante.
Ecocolmena
Son mayoría, pueden llegar a ser casi 60.000. Las abejas obreras Apis mellifera poseen una poderosa anatomía que les permite dividir sus tareas de forma impresionante con un polietismo temporal perfecto.
Las abejas obreras, Apis mellifera, abarcan todas las áreas de trabajo, tanto en el interior como el exterior de la colmena, las ayuda su poderosa anatomía hecha para realizar trabajos impresionantes, pero además, son infértiles.
Su miel es considerada un alimento de alto valor alimenticio y medicinal y las propiedades de la miel apreciadas en todo el mundo. Las abejas melliferas están en declive desde hace algún tiempo, por razones multifactoriales; sin embargo, la amenaza más grande es provocada por un ácaro llamado Varroa destructor y la mala gestión de los seres humanos.
Principales especies de abejas
Están en casi todo el planeta. Originaria de Europa, África y parte de Asia, fue introducida en América y Oceanía.
El ciclo de vida de las abejas de la miel Apis mellifera es increíble. Durante los primeros 21 días ejercerán múltiples labores dentro de la colmena y su último periodo de vida, equivalente a 21 días u 800 km de vuelo, los pasará llevando suministros desde el exterior.
Esto para mantener la homeostasis de la colonia y con su trabajo social logran mantenerla a salvo. Las decisiones no las tomas la reina, sino, las obreras más jóvenes, las que trabajan dentro de la colmena en múltiples labores.
Las obreras de invierno
Mayor periodo de vida será el de las últimas obreras que enfrentarán el frío y húmedo invierno y comienzo de la primavera, fisiológicamente deben estar preparadas para producir calor dentro de las colmenas cuando las condiciones climáticas sean adversas fuera, para ello necesitan que su sistema inmunológico este en las mejores condiciones posibles, bien alimentadas y sanas.
Claro está, las abejas se van a invernar, bajas de varroa, con cuerpos grasos, gordos y libres de Nosema ceranae y otras patologías que aquejan a las abejas, ya que, al no haber cría, su desempeño es menor pero su periodo de vida más largo.
Las abejas son poiquilotermas
Poiquilotermos o también llamados ectotermicos, pues no pueden regular su temperatura corporal o no pueden producir calor individualmente, por lo tanto, su organismo queda sujeto a las inclemencias del clima, se encuentra sujeto a la temperatura ambiente de las estaciones o el lugar donde habitan.
En el caso de las abejas, una de las formas que tienen para producir calor es a través de la transformación del alimento en energía, el roce, el sol o el bolo invernal.
La invernación de las abejas comienza cuando la temperatura corporal cae de los 10º C produciendo parálisis de los músculos, una temperatura de 7,2º C las abejas parecen congeladas, por lo tanto, ya no puede volar hasta que la temperatura exterior sobrepasa 12 °C a 14 °C.
Anatomía de las abejas obreras Apis mellifera
Una abeja obrera demora en nacer 21 días, el huevo fecundado es diploide con número doble de cromosomas, una vez que las larvas emergen son alimentadas con jalea real, los primeros 3 días. Después recibirán una papilla de polen y miel.
Cuando llega la etapa final de su desarrollo, también dentro del capullo, ocurre la metamorfosis final, donde ya emerge una abeja adulta o imago, es fácilmente identificable, pues su pelo es muy blanco con respecto a sus hermanas.
¿Cómo es la anatomía de las poderosas abejas obreras?
Desde que nace la anatomía está en constante cambio para adaptarse a las necesidades de la colmena, así encontraremos que pueden alimentar, producir cera, limpiar, pecorear etc. Tiene poderosas antenas, ocelos, ojos compuestos, patas y alas para percibir el ambiente, que desearía cualquier superhéroe, un exoesqueleto que protege sus órganos internos.
Se dice que son holometábolas, pues pasan por todas las etapas, huevo, larva, pupa e imago. Las abejas nacen con un porte adulto y no crecerán más.


La cabeza de la obrera Apis mellifera
La anatomía de la cabeza de una abeja obrera Apis mellifera está unida fuertemente por segmentos, pequeñas placas quitinosas que dan origen a los órganos y los sentidos, formando una caja triangular que alberga a los ganglios cerebrales y las principales glándulas de secreción.
Su forma es triangular, la parte superior de la cara, entre los dos ojos compuestos, se llama frente y en ella se ubican los tres ojos simples u ocelos.

A ambos lados, por debajo y detrás de los ojos, es la mejilla o gena: Abajo de las antenas, y limitando con la frente, se encuentra el clípeo, el cual sirve de apoyo para el labro o labio.
La parte posterior de la cabeza se llama occipucio; tiene una perforación llamada foramen y comunica con la cavidad torácica por intermedio de la nuca membranosa.
Así mismo, la parte inferior del occipucio tiene una suerte de u invertida y se llama fosa de la probóscide o trompa.
Allí se sitúan las piezas bucales. La cabeza de la abeja es de tipo hipognato, pues el eje cefálico forma ángulo recto con el eje del cuerpo.
Los ocelos u ojos simples
Dentro de la anatomía de las abejas obreras Apis mellifera, los ocelos u ojos simples, son órganos poco especializados, un ocelo es un lente sobre una capa muy fina de células retinales alargadas que al mismo tiempo están conectadas con fibras nerviosas. No puede formar una imagen, su única función es detectar la intensidad de la luz.
Sin embargo, gracias a ellos, las abejas poseen un excelente sistema de navegación y una poderosa memoria.
Los ojos compuestos
La visión de las abejas obreras Apis mellifera es una de las más complejas del reino animal, sus ojos compuestos están diseñados para distinguir formas y colores.
Sus ojos están compuestos de miles de pequeños formas hexagonales llamados omatidios. Las abejas obreras tienen entre 1000 a 16.000 omatidios en cada ojo, estos diminutos lentes recogen la luz a través de los fotorreceptores.
Células alargadas y alineadas que contienen una serie de pigmentos, que son las moléculas encargadas de absorber luz. Estos transforman la luz en una señal eléctrica que llega al cerebro, quien la transforma en solo una imagen binocular.
El campo binocular de las abejas de la miel obreras se extiende unos 30º hacia arriba, unos 30º hacia abajo y unos 40º hacia el lateral, eso es muy poco comparado con otros insectos como por ejemplo las moscas.
En resumen, las abejas ven muchas pequeñas imágenes, qué sumadas aportan una gran percepción del espacio que las rodea y les permite diferenciar formas.
Las patas de las obreras apis mellifera
Las abejas tienen tres pares de patas, y se dividen en nueve piezas llamadas artejos, dos cortos, el primero de los cuales se encuentra unido al cuerpo, tres largos (el fémur, la tibia y el tarso), estando constituido este último por cuatro piezas.
El primer par de patas
se encuentra situado en el protórax, y tienen una serie de dispositivos o piezas que las emplean fundamentalmente para: la limpieza de los ojos, con una especie de cepillo; dos piezas (vellum y peine o cepillo), esta última articulada, que se cierra a voluntad para la limpieza de las antenas.
En el último artejo del tarso tiene dos garfios, que los emplean para agarrarse a superficies sobre las que quiere caminar, que pueden ser lisas o rugosas, y también para agarrarse a otras abejas, formando la llamada cadena de la cera, o cuando enjambran al formar la clásica bola o enjambre.
Segundo par de patas de las abejas obreras Apis mellifera
Se encuentran situadas en el mesotórax y no tienen ninguna característica especial.
En esta parte del tórax se abre el primer par de estigmas (espiráculos), de gran importancia en el diagnóstico de la enfermedad denominada Acarapisosis.
Estas patas llevan en el extremo del tarso un garfio o espolón que emplean para desprender las pelotas de polen, que llevan en las “cestillas” del tercer par de patas. Una especie de cepillo, la emplean para la limpieza de las alas.

Tercer par de patas
El tercer par de patas se encuentran situadas en el metatórax y son las más grandes. Tiene dispositivos para almacenar el polen y propóleos, llamadas corbículas o “cestillos” del polen.
Están en la parte exterior de la tibia. Tienen unos pelos fuertes y algo curvados, que le permite retener el polen o propóleos recogidos de las flores o de los brotes.
Los “cestillos” o corbiculas del polen solamente los tienen las obreras, tienen otro dispositivo, que emplean a modo de pinza para recoger las laminillas de cera elaboradas en las glándulas cereras y posteriormente pasarlas a las mandíbulas para su amasado y posterior construcción de panales.




Las poderosas antenas de las obreras
Las antenas de las abejas Apis mellifera son olfato, oído y tacto. Se ubican encima del clípeo; se encuentran muy próximas entre si y se articulan con la cabeza mediante alveolos circulares.
Cada antena consta de dos partes. Una rígida, denominada escapo, y otra flexible y larga, denominada látigo o flagelo. Esta subdividida en once segmentos en las hembras obreras.
Los pelos u órganos pilosos que se observan revistiendo a las antenas son de tacto. Las antenas también posen unas placas en forma de embudo que sirven para el olfato, función principal de este órgano.
Órgano bucal de la abeja obrera Apis mellifera
En la anatomía de la abeja el órgano bucal desempeña múltiples usos, su lengua o glosa es de tipo lamedor, se compone de:
- Labio superior o labro
- Epifaringe (Oculta por el labro)
- Un par de mandíbulas
- Clípeo
- Maxilas o pinzas
- Palpos Maxilares
- Labio inferior o Labellum
La epifaringe es una pieza quitinosa y está conectada a la parte interna del labro, como si fuera la parte superior de la boca. Corresponde al órgano sensorial del gusto del insecto.
El maxilar se componen de los estipes, galeas, lacinas y palpos maxilares muy reducidos. El labio se compone de segmentos: basal llamado posmeton, a él se le une un amplio posmenton.


El pelo o vellosidades
Todos los segmentos están cubiertos de pelo u órganos pilosos son órganos de tacto, facilitando a las obreras la recolección de polen. Los pelos retienen gran cantidad de polen, (hasta un 30% del peso de la abeja) los pelos, además, facilitan la polinización.
Las poderosas alas de las pecoreadoras
Durante años los científicos trataron de entender el vuelo de las abejas Apis mellifera obrera. Como es posible que las abejas vuelen, finalmente ha sido descubierto y es sorprendente.
Las alas se encuentran en el tórax. Las dos primeras, más grandes, se insertan en el metatórax y las otras dos más pequeñas en el mesotórax.
Estos dos pares de alas, están formadas por una membrana muy delgada y transparente y reforzada por una red de nervaduras quitinosas. Al mismo tiempo permiten el riego de la hemolinfa (sangre de la abeja) y el aporte de oxígeno.
Poseen nervaduras convexas y nervaduras cóncavas. Tienen, en una zona determinada, una disposición y medida (índice cubital) que sirve para clasificar las diferentes razas de abejas.
Cuando la abeja hace vuelos largos, une las dos alas por medio de unos garfios o ganchos para formar una sola ala grande. Esto, que hace que el vuelo sea mucho más veloz.
Por el contrario, si hace vuelos de precisión, para visitar las flores y recoger el néctar o polen, desengancha las alas y se queda quieta en el aire como las libélulas. Las alas se mueven 11.000 veces por minuto y pueden transportar a la abeja a 19 km/h.
Las alas también son utilizadas durante el invierno para producir calor al bolo invernal, mueven los músculos torácicos de vuelo, que es desacoplado temporalmente de las alas. Así toda la energía se transforma en calor.

El abdomen de las obreras
El abdomen se compone de 9 segmentos, pero únicamente son visibles 6 en las hembras. Los segmentos abdominales tienen dos placas cada uno, llamándose a los dorsales «tergitas» y a los ventrales «esternitas»
Están unidos por membranas flexibles, y esto les permite una gran variedad de movimientos, como alargarse o acortarse y también curvarse en cualquier dirección.
Las membranas inter segmentarias de las esternitas, de débil consistencia, son perforadas por Varroa destructor. Ello, para alimentarse con la hemolinfa y la grasa de la abeja, produciendo la enfermedad llamada alas deformes y dejando a la abeja fisiológicamente débiles.
En cada tergita tienen un pequeño agujero que son los estigmas o espiráculos, por donde entra el aire en el interior del insecto.
Anatomia del sistema nervioso de las podrosas abejas obreras Apis mellifera
El sistema nervioso de la abeja está formado por el cerebro. Un ganglio sub esofágico pegado al cerebro por debajo del esófago y una cadena nerviosa central. El cerebro envía nervios a los ojos simples y a los ojos compuestos, a las antenas, al labio y al cibario.
El cerebro está mucho más desarrollado en la obrera, tiene un volumen cercano a un milímetro cúbico y posee alrededor de 850.000 células nerviosas.
Las glandulas de las obreras Apis mellifera
- Las glándulas hipofaríngeas: Segregan sustancias destinadas a alimentar las larvas, como la jalea real.
- Las glándulas de la cera: Producen cera para la construcción de las celdillas.
- Las glándulas labiales y mandibulares: Segregan feromona de alarma que recluta «soldados» cuando se presenta algún peligro. También para moldear la cera.
- La glándula Nasanov: Se utiliza, entre otras ocasiones, durante la enjambrazón para hacer la señal de llamada y asegurar la cohesión del enjambre en vuelo.
- Las glándulas del veneno: Para producir apitoxina defensiva.
Feromonas de las abejas obreras Apis mellifera
La glándula de Nasonov, está ubicada debajo del tergum VII del último segmento abdominal y se muestra como un canal blanquecino que cruza el abdomen.
Para emitir la feromona, las obreras elevan y dilatan el abdomen; al mismo tiempo que baten las alas en posición de llamada. El canal de olor de la glándula emite varios compuestos volátiles como el geraniol, citral y geranial.
Liberan esta feromona en diferentes circunstancias, lo hacen siempre con la cabeza en dirección a la entrada de la colmena.
Esta acción, ayuda a las pecoreadoras ubicar rápidamente la entrada en su regreso del campo. Así como, aquellas que salen en «vuelo de orientación» o las que se desorientaron producto de algún disturbio como fuertes vientos.
Es importante mencionar que esta feromona de Nasonov cumple un rol importante en la acción de enjambrazón. Ya que, reúne al total del enjambre en su búsqueda de un nuevo hogar.
¿Qué trabajos realizan las obreras en el interior de la colmena?
Las abejas obreras Apis mellifera son el motor de la colmena, sin su increíble capacidad logística no sería viable la supervivencia de la colonia. Dominan todas las áreas en el interior y el exterior. Algunos datos sobre ellas:
- Son infértiles, no tienen aparato reproductor, pueden poner huevos, pero no son fecundados y darán zánganos más pequeños que los que pondría una reina.
- Las obreras son más pequeñas que la reina y los zánganos
- Producen miel y cera
- Construyen los panales
- Recolectan y transportan néctar, polen, agua y propoleos
- Alimentan a la reina y las larvas
- Defienden la colmena
Cada parte interior de la colmena es gestionada por ellas e incluso toman las decisiones más importantes. En el exterior, las obreras pecoreadoras se encargan de proveer toda la alimentación, agua y medicinas.
Las abejas obreras, aseadoras o limpiadoras
Limpiadoras (primeros 15 días de vida aprox.) Las aseadoras mantienen la colmena ordenada y limpia. Entre otras cosas, barnizan los panales con propoleos, para que la reina los vuelva a ocupar. Además, almacenar alimento, sacar restos de cera sucia y cualquier depredador o abeja muerta dentro de la colmena.
Las abejas obreras Apis mellifera nodrizas
Son abejas obreras, que toman la labor de cuidar de las crías puestas por la reina. Las abejas nodrizas, obreras, preparan las celdillas de cera hexagonales, en las cuales la reina coloca los huevos fecundados.
Ellas desarrollan sus glándulas hipofaríngeas, producen jalea real para alimentar, están siempre apegadas a las crías dando calor y alimentando u operculando.
Eclosionados los huevos, las nodrizas llenan la celdilla con una preparación alimenticia con una alta cantidad de nutrientes. Está destinado a darle a las crías todas las vitaminas, minerales para su desarrollo. Toman turnos para mantenerse al cuidado de las crías en todo momento.
También, mantienen limpias las celdillas, su dedicación a esto es excepcional. Mantienen todo libre de contaminación y parásitos que pudiesen deformar o matar a la futura generación.
Solo el ácaro Varroa y algunas enfermedades como pollo escayolado escapa a la prevención de las crías. Si la colmena es fuerte y con comportamiento higiénico, también puede gestionarlo.
Las nodrizas sellan u operculan la entrada de la celdilla con una ligera capa de cera. Esto es para que la cría pueda completar su metamorfosis. Nace al cabo de unos 9 días como una abeja totalmente adulta y lista para ejercer sus funciones.
Sin las nodrizas, la colmena colapsa rápidamente, ya que al no tener quien cuide la cría no habría nacimientos para producirse el natural relevo generacional.
Constructoras cereras
La anatomía de las abejas obreras, Apis mellifera, permite producir su propia cera. Desarrolla las glándulas cereras entre los 15 a los 30 días de vida aprox. y construyen panales.
Al cumplir 21 días se les atrofian las glándulas y pueden abandonar la colmena. Estas obreras de exterior se denominan pecoreadoras.
«En la parte anterior de las esternitas de los segmentos 4 al 7, están las glándulas cereras. Con ellos, forma en total 4 pares, uno por cada segmento.
En cada esternita hay dos zonas de color claro denominadas «espejos de la cera». Estos llevan poros por donde sale la secreción grasosa de las glándulas cereras, ubicadas en la parte interna de cada esternita». (Anatomía interna de la abeja) Fundación Amigos de las Abejas.
Obreras bodegueras o enciladoras
Las obreras bodegueras o ensiladoras, están encargadas de almacenar el polen y el néctar hasta que este pierde la humedad necesaria para transformarse en miel.
El polen servirá para alimentar a la cría en forma de pan de abeja, con lo cual, sin esta importante proteína, las abejas no podrían criar. Finalmente, el néctar es pasado de boca en boca en un proceso llamado trofalaxis.
Ventiladoras
Las ventiladoras son las encargadas de mantener el equilibrio justo de temperatura dentro de la colmena, si la condiciones climáticas en el exterior suben.
Su misión es de suma importancia, pues mantiene el equilibrio de la homeostasis de la colmena. Con ello, consiguen bajar la humedad de la miel, enfriar cuando la temperatura aumenta en el exterior, y mantener la temperatura equilibrada de 35 grados en el interior de la colmena.
Las poderosas abejas obreras defensoras o guardianas
La anatomía de las abejas Apis mellifera defensoras desempeña un papel de defensa fundamental. Verifican que las abejas que entran forman parte de la colonia e impiden el pillaje de sus reservas. Además, repelen a depredadores como Vespula germánica, Vespa velutina, etc.
Además, alertan sobre posibles amenazas emitiendo señales olorosas para informar a sus compañeras del interior.
Las poderosas abejas obreras guardianas se localizan en la entrada de la colmena, en la puerta llamada también piquera, por donde entran las pecoreadoras o forrajeadoras. Desde allí, controlan la llegada e ingreso de las pecoreadoras y sus suministros alimenticios.
Pecoreadoras o forrajera
Las pecoreadoras son 60% de la población total de la colmena, viven 30 a los 45 días aprox. Primero, comienzan haciendo clases de vuelo para fijar su reposicionamiento, frente a la piquera días antes de comenzar su vida de trabajo en el exterior.
Desde la primavera, cada día de lo que queda de su vida, llevaran los suministros a la colmena necesarios para que haya vida como pecoreadoras. Agua, néctar, polen y propoleos son fundamentales para el buen funcionamiento de la colonia.
También usan un sistema de comunicación sorprendente a través de un baile o danza en donde dan información a sus hermanas de la distancia y posicionamiento, con ello, informan las fuentes de polen, néctar, agua y propoleos.
Entre las pecoreadoras están las aguateras, encargadas de llevar agua cuando la colmena lo requiere, solo pueden almacenar 8 micro gotitas en cada viaje.
Tienen depredadores naturales como el abejaruco (Merops apiaster), oso, Vespula germánica, mandarinia, avispa asiática, Vespa velutina.
Las abejas obreras aguateras
El agua para las abejas y la colmena es muy importante. Las aguateras proveen de agua a la colmena. En tiempo de calor intenso, la colmena necesita hasta 1 1/2 de agua diaria para cumplir múltiples funciones.
Mantener húmeda la cría, enfriar la temperatura de la colmena y procesar alimentos, etc. La anatomía de la abeja Apis mellifera transporta 8 micro gotas en su estómago social llamado «buche melario» que tiene una capacidad de 60/80 miligramos.
Las abejas son muy torpes en el agua, investigaciones recientes dicen que las abejas usan sus alas como locomoción en el agua, por lo tanto, es de suma la importancia de poner bebederos con piedras o ramillas de madera para que puedan apoyarse.
La fuerza poderosa del enjambre
Finalmente, Recientes investigaciones descubrieron que las abejas en enjambrazón pueden producir descargas tan poderosas como las de una tormenta, por ello, las abejas jamás dejan de sorprendernos. Los enjambres se definen dentro del glosario apícola como jabardos y jabardillos.
¿Qué está matando a las abejas melliferas?
Las amenazas son multifactoriales. Enfermedades, patologías incontrolables como el ácaro Varroa destructor o poca identificación de enfermedades como Nosema ceranae. Uso de medicamentos que han hecho resistente a la Varroa. También, uso de agroquímicos, agrícolas y forestales, deforestación intensiva, mal manejo pecuario, cambio climático, ataques de depredadores y poca preparación de los apicultores cuando inician en apicultura.
Para ello, se busca abejas con alta sensibilidad o conducta higiénica y acicalamiento como grooming o allogrooming, por lo cual, interesa que tengan la capacidad de defensa desarrollada, eliminar Varroa y ayude a su inmunidad.
¿Cómo podemos ayudar a las abejas Apis mellifera?
Una de las formas más efectivas de ayudar a las abejas es recuperando el hábitat. Una abeja bien alimentada, tiene un buen sistema inmunitario, por lo tanto, fisiológicamente estará mejor preparada para defenderse de las enfermedades.
Por lo tanto, necesita alimentación variada. Néctar, polen y propoleos, una de las ideas es hacer líneas florales en campos de cereal extensivo o islas de polinización.
También, podemos educar, concienciar, invitar a la gente a conocer los apiarios y el trabajo del apicultor, sembrar flores, no utilizar químicos, celebrar el día mundial de las abejas, visitar colegios, etc.
Si quieres aprender sobre las abejas, la apicultura y patologías, te ofrecemos nuestros cursos de apicultura online y presencial, además, encuentras todo lo que necesitas para ser el mejor apicultor y cuidar a las abejas.
Castillo Arias, Marianela. Profesora de apicultura y gestora de comunidades – Socia de Ecocolmena
4 comentarios
Gracias por la información…. Muy útil….
Muy buen documento, me ayudó mucho en la actividad.
MUY BUENA INFORMACIÓN. MUCHAS GRACIAS
Muy buena informacion del cuidado de las abejas y mientras las tengamos tendremos agricultura