varroa y abejas

Las abejas evolucionan para rechazar la varroasis

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Las abejas, por cambios en su genética, están comenzando a repeler el ataque de los ácaros Varroa que las amenazaban, transmitiéndoles este parásito externo. Esto se suma a los problemas que ya de por sí debe enfrentar este pequeño y útil insecto.

El hombre es la principal causa por la que la supervivencia de las abejas se encuentra seriamente amenazada, ya sea de forma directa, por sobre explotación o indirecta, por efecto del cambio climático, los pesticidas, los monocultivos extensivos, la deforestación, la contaminación y otros. Es así como estamos acabando con esta especie fundamental para el mantenimiento del delicado equilibrio de nuestro planeta.

Por si la acción humana fuera poca, desde hace varios años se descubrió la existencia de un ácaro (pequeño artrópodo de la familia de los arácnidos) denominado Varroa destructor. Este representa una verdadera plaga para las abejas ya que los efectos, tanto en adultos como en larvas, son realmente muy dañinos.

Los apicultores en cuanto encuentran que sus colonias han sido parasitadas por este ácaro suelen tomar medidas, y para ello, cuentan con varios fármacos que pueden ser tóxicos, por lo que los deben usar con suma precaución.

El problema es que la mayor cantidad de abejas vive en estado salvaje y es imposible controlar el avance de este tipo de plaga. Por ello, las mismas abejas se las han ingeniado para combatirla.

Esto se ha comprobado en una población de abejas que se mantiene bajo estudio y control en Ithaca, ciudad del estado de Nueva York. Gracias a que se cuenta con muestras genéticas desde la década de los años 70, se ha hecho un estudio comparativo y se ha comprobado que existen mutaciones adaptativas orientadas a repeler la plaga.

Uno de los efectos que estos cambios genéticos tienen sobre el comportamiento de las abejas, es que las flores afectadas por la plaga, punto de contagio inicial, son rechazadas por las obreras que hacen el trabajo de recolección.

El segundo efecto, es que durante el “acicalado”, acto de limpiarse unas a otra, actividad habitual en los insectos y muy acusada en la Apis melífera, no solo eliminan los parásitos, sino que ahora los destruyen triturándolos con su aparato bucal, evitando así la proliferación de la plaga en las colmenas.

En resumen, se espera que ya que una colonia lo ha conseguido, otras también logren desarrollar este tipo de evolución como método de defensa. La diversidad genética será fundamental para que este gran paso evolutivo se extienda al resto de las abejas.

Fuente: Agrimundo.com, ecoticias.com: las abejas evolucionan para rechazar una plaga

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