Feliz Navidad y Año Nuevo para todos los hombres y seres vivos de la tierra, que el amor, la paz y esperanza reine en cada uno de vuestros corazones.

Estimados amigos de las abejas y polinizadores silvestres:
Un año más se acaba y a pesar de los difíciles momentos que aún estamos viviendo, poco a poco vamos saliendo adelante, con resiliencia, fe y amor. Feliz Navidad es mucho más que dos palabras, es desear un mejor mundo no solo para los hombres, también, para toda la naturaleza.
La naturaleza que nos acoge y nos brinda momentos de solaz y alegría. Nos ofrece sus tardes frescas, sus mañanas soleadas, su lluvia fresca, sus flores aromáticas y coloridas, sus frutos, trabajo de flores y polinizadores.
Hemos recibido vuestras visitas y recibido vuestro cariño e interés como padrinos, apicultores por un día o empresas que han decidido ayudar a las abejas. Sin duda ustedes han sido el motor que nos impulsa a seguir adelante.
Nuestra ausencia también ha provocado un gran impacto positivo en la naturaleza y de forma activa se ha tomado espacios nuevamente. Brilla con una luz distinta. Se cura y recupera.

Un año termina y comienzan nuevos desafíos
A pesar de todos los malos momentos vividos, este año también nos trajo enseñanzas y esperanza. Aprendimos que lo más importante no está en las cosas materiales, no viene en un regalo, no cotiza en la bolsa, ni se puede comprar.
Lo más importante somos cada uno de nosotros y la naturaleza que nos acoge, nos abriga, nos alimenta.
Sobre todo aprendimos que los campesinos siguen labrando el campo para que nos alimentemos. Que los apicultores siguen trabajando con sus abejas para polinizar, que los pequeños oficios no se detienen porque es necesario resolver problemas y que los trabajos más humildes jamás paran mientras nosotros poco a poco vamos saliendo de la pandemia.

Tiempo de avanzar
Aunque quisiéramos nunca haber tenido que pasar por algo tan trágico como la pandemia, es tiempo de avanzar poco a poco, para ello el contacto con la naturaleza se transforma en un bálsamo reparador para el alma.
Estamos aprendiendo a sobrevivir frente a una situación que nos ha enseñado el valor de las cosas simples y pequeñas. Como niños vamos aprendiendo a caminar nuevamente.
Las abejas nos enseñan en esta Navidad
La esperanza es como un panal de abejas que enjambra y se va de un hogar a otro. Por eso, a pesar de todo, nos dimos cuenta de que somos como una colmena que debe mantenerse unida para sobrevivir.
Aprendamos a colaborar como en la colmena
Ciertamente, las abejas tienen mucho que enseñarnos y especialmente en esta pandemia podemos aplicar las medidas de protección y bienestar común que genera su reacción social. Recordad que aún debemos ser cautos y funcionar con sentido común.
Finalmente, agradecemos a todos porque a pesar de todo hemos podido seguir juntos con la ayuda de la naturaleza, especialmente de las abejas y polinizadores silvestres, tan necesarios para garantizar la biodiversidad y, con ella, evitar las zoonosis como coronavirus.
«Esperamos que este año recuerdes solo lo bueno que sucedió. Y que esa fuerza te lleve al año siguiente.»
|GRACIAS POR APOYARNOS, Feliz Navidad|